martes, 24 de mayo de 2016

Cuando soplan vientos de cambio

La actualidad futbolera de la ciudad vive una vorágine, todavía, interiorista y de sentimientos contrapuestos. Las noticias llegan con cuentagotas, aunque la realidad del momento nos ofrece vientos de cambio en la propiedad de nuestra entidad más representativa.

Del fango y la miseria se pasó a un ciclo repleto de éxitos deportivos y de gestión coherente. Ayer mismo, se cumplía un año de la sintomatología del resurgir de este club. De ese trampolín, que en su estructura ofrecía dos ascensos consecutivos y cinco permanencias en la élite.

Un amigo y compañero compartía este sobre azucarado. No podía ser más adecuado a la realidad. Un simple elemento que endulza, provoca reflexión y más si cabe, cuando soplan vientos de cambio evidentes.

Todo indica que la simbiosis italo-murciana dará el testigo a la asiático-catalana y con ello un vislumbre de sensaciones. El agradecimiento infinitivo y general debe ser infranqueable para todas las partes. El recorrido de lo conocido está expresado en siete temporadas sublimes en el plano deportivo e institucional. Los próximos dueños apuestan por Granada, indicativo que nos quieren o interesan. Esto es fútbol-negocio, sociedades anónimas deportivas y lo afectivo, que lo hay en un grado superlativo en algunos casos, queda para una masa social que seguimos con el estatus de abonados e incombustibles.

'Cuando soplan vientos de cambio, algunos construyen muros. Otros, molinos'. Miremos en nuestras entrañas, seamos justos y sobre todo, sabed donde posicionaros a la hora de las decisiones en rojiblanco y horizontal.



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