Del fango y la miseria se pasó a un ciclo repleto de éxitos deportivos y de gestión coherente. Ayer mismo, se cumplía un año de la sintomatología del resurgir de este club. De ese trampolín, que en su estructura ofrecía dos ascensos consecutivos y cinco permanencias en la élite.
Un amigo y compañero compartía este sobre azucarado. No podía ser más adecuado a la realidad. Un simple elemento que endulza, provoca reflexión y más si cabe, cuando soplan vientos de cambio evidentes.
Todo indica que la simbiosis italo-murciana dará el testigo a la asiático-catalana y con ello un vislumbre de sensaciones. El agradecimiento infinitivo y general debe ser infranqueable para todas las partes. El recorrido de lo conocido está expresado en siete temporadas sublimes en el plano deportivo e institucional. Los próximos dueños apuestan por Granada, indicativo que nos quieren o interesan. Esto es fútbol-negocio, sociedades anónimas deportivas y lo afectivo, que lo hay en un grado superlativo en algunos casos, queda para una masa social que seguimos con el estatus de abonados e incombustibles.
'Cuando soplan vientos de cambio, algunos construyen muros. Otros, molinos'. Miremos en nuestras entrañas, seamos justos y sobre todo, sabed donde posicionaros a la hora de las decisiones en rojiblanco y horizontal.